4 ene 2011

El Gobierno aprueba una ley que permitirá almacenar CO2 en Alto Palancia, Ports y Maestrat

El 17 de diciembre del 2010 el congreso de los diputados aprobó el proyecto de Ley de almacenamiento geológico de dióxido de carbono, ley que contribuirá directamente en el cambio climático, con el que los países de la UE darán cumplimiento al compromiso asumido por los Jefes de Estado y de Gobierno en marzo de 2007, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% respecto al año base (1991), en el año 2020.

El almacenamiento geológico de dióxido de carbono es un proceso por el cual se captura el dióxido de carbono que emiten las instalaciones industriales, se transporta a un emplazamiento para el almacenaje y se inyecta y se confina en una formación geológica subterránea. Este almacenamiento será permanente. La tecnología permite utilizar repositorios geológicos profundos inertes –sales– aunque también permite su aprovechamiento para facilitar la extracción de bolsas remanentes de gas o petróleo, que saldrían a superficie presionados por el CO2 inyectado.

La captura y el almacenamiento de CO2 es una oportunidad muy interesante para aquellos países con un gran número de fuentes de dióxido de carbono idóneas para la captación, acceso a lugares de almacenamiento y experiencia en actividades petrolíferas o con gas. Este es el caso de España, que posee todas estas características y además necesita reducir ampliamente sus emisiones debido al compromiso al que se llegó en 2007 con la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (20% en 2020).
Según los estudios previos realizados por el Instituto Geológico y Minero de España dentro del programa europeo Geocapacity, en el que se estudió la capacidad potencial de almacenamiento geológico de CO2, los subsectores de Cordillera Ibérica y Cordilleras Béticas pueden almacenar hasta dos gigatoneladas (mil millones de toneladas de CO2) de las que los depósitos viables en el Maestrazgo, interior de Valencia y el Vinalopó-Pinoso pueden recibir hasta una gigatonelada de dióxido carbónico. Una buena parte de la identificación previa sobre las zonas más adecuadas para habilitar este tipo de almacenamientos se hizo basándose en los datos obtenido por la exploración petrolera. Todas las zonas propuestas para el almacenamiento en la Comunitat Valenciana –el Vinalopó, Pinoso y el Maestrat, principalmente–, acumulan una importante bibliografía científica vinculada a la actividad petrolera.

El desarrollo de esta nueva geotecnología es una buena notícia para luchar contra el canvio climático, pero no por ello los paises tienen que dejar de trabajar para emitir menos gases de efecto invernadero en la atmosfera, aún más cuando es una técnica nueva, no se sabe como responderá el subsuelo y tampoco se conoce su capacidad total de almacenage.